miércoles, 29 de octubre de 2014

SAIB 50: Entrevista con Carlos Andreo


Núcleo de formación para el sistema científico rosarino, la prestigiosa y productiva organización celebra sus 50 años en la ciudad que resultó profundamente favorecida por su accionar. 

La historia de la SAIB tiene un capítulo especial en Rosario.

Por Claudio Pairoba*

El Dr. Carlos Andreo, presidente de la Sociedad Argentina de Investigación Bioquímica y Biología Molecular (SAIB), nos cuenta sobre la historia y el presente de la organización que conduce.

¿Cómo nace la SAIB?
La primera reunión de la (SAIB) es del año 1965. A principios de ese año se tenía el estatuto ya escrito, pero la idea surge en 1964 y esto, tengo entendido, fue consecuencia de reuniones y seminarios que se realizaban siempre en Buenos Aires en forma rotativa y en los cuales intervenían investigadores de los distintos laboratorios.
Con esta primera reunión del año 1965 se reemplazó ese sistema y ahora vamos llegando a la reunión número 50.

¿Quiénes estuvieron en su creación?
Leloir fue el primer presidente y estuvo en el grupo inicial que decidió sobre la creación de la organización. Tengo entendido que en esa época también tienen que haber participado Hector Torres, Hector Carminatti, probablemente Israel Algranati, Rodolfo Brenner, Alejandro Paladini, Ranwell Caputo (quien ya para ese entonces estaba en Córdoba según recuerdo). Él da origen a toda la investigación en Química. Biológica que se desarrolla como consecuencia de su traslado a esa ciudad.

¿Por qué es importante la SAIB para Rosario?
Para contestar esta pregunta hay que hacer un poco de historia. En el ‘65, cuando se crea SAIB, yo comenzaba como estudiante la carrera de Bioquímica. Llego al cuarto año para cursar Química Biológica, que era la primera materia biológica que se tenía en la carrera. Los tres primeros años eran exactamente iguales a los de cualquier ingeniería. Es más, muchos de nuestros profesores eran profesores de las mismas asignaturas que en la Facultad de Ingeniería. La universidad en ese momento era Universidad Nacional del Litoral (UNL) y Bioquímica se estudiaba en la Facultad de Cs. Médicas, Farmacia y Ramos Menores, o sea que Bioquímica era uno de los ramos menores de esa facultad.

La división de la UNL y la aparición consecuente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) es del año 1968. Yo terminé mi carrera en la UNR pero la empecé en la UNL. Y de estudiar Bioquímica en la Facultad de Cs. Médicas, Farmacia y Ramos Menores terminé como bioquímico de la Facultad de Cs. Bioquímicas de la UNR. 

La materia Química Biológica tuvo entonces un papel preponderante en todo lo que vendría.
Tuvimos la suerte de cursar Química Biológica en ese momento. Por única vez surgió la organización del cursado de estas dos asignaturas anuales (Química Biológica I y II) dictadas por profesores que viajaban desde diversas partes del país. Todos ellos fueron y aún son miembros destacados de la SAIB. Muchos fueron también presidentes de la sociedad. Tenemos la suerte de tener a muchos de ellos presentes en este momento y en la reunión. 

¿Quiénes eran los profesores que venían a dictar la materia?
Con errores y omisiones, no quisiera generar un problema, pero los nombres que recuerdo son los de los doctores Santomé, Delhacha y Paladini, dictándonos clase aquí en Rosario. También Algranati, Carminatti, Gomez de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Andrés Stoppani (profesor de Química Biológica de la Facultad de Bioquímica de la UBA). Recuerdo la presencia de Federico Cumar dictando alguna de las clases teóricas y viniendo de la Universidad de Córdoba para dictarlas, también del Dr. Torres. Tuvimos prácticamente a miembros y ex presidentes de la SAIB, dictándonos estas clases de Química. Biológica. Además tuvimos la presencia de la Dra. Mirta Biscoglio como coordinadora de todas las actividades prácticas dictadas durante dos años, 68 y 69. 

¿Cuál es el resultado de esta experiencia?
Esta experiencia, que fue única, fue muy importante porque posteriormente a estos dos años se decidió la creación del Departamento de Química Biológica en la Facultad de Bioquímica. Su primer profesor fue el Dr. Rubén Vallejos, quien también había venido a dictar algunas de estas clases y ha sido miembro por muchos años de esta sociedad. Además de contar con él, al poco tiempo se unió aquí Juan José Cazzulo, regresando de su estadía posdoctoral en Inglaterra. Estuvo alrededor de 10 años como profesor asociado de Química. Biológica con lo cual también contribuyó muchísimo a la creación de un núcleo de investigación en ese Departamento de Química Biológica que con el tiempo se transformó en un instituto del CONICET. Este instituto fue el CEFOBI (Centro de Estudios Fotosintéticos y Bioquímicos), el cual fue el primer instituto de doble dependencia entre CONICET y la UNR, que se crea aquí en Rosario.

La creación del CEFOBI marca otro punto de inflexión en la investigación de nuestra ciudad.
Esto generó proyectos de investigación muy importantes y la realización de tesis doctorales que prácticamente no existían ya que no había un reglamento para llevarlas adelante. En esa época, mucha gente hacía la tarea experimental en Rosario y terminaba defendiendo y presentando sus tesis doctorales en la UBA, ya que no existía la posibilidad de tramitar el título aquí. Por eso hubo que hacer camino allí, en la universidad, generando esas carreras de doctorado, que pasaron por tener un doctorado único de la universidad a tener los doctorados en cada una de las facultades que así lo requirieran.

Todo esto constituyó un núcleo muy importante de investigadores jóvenes en este instituto, este grupo se consolidó en el CEFOBI y originó con el tiempo la posibilidad de la creación de nuevos institutos. Entre ellos uno que tiene una significación muy importante para Rosario, su región y el país como es el Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR). 

¿Cuál es el balance de todo lo sucedido?
Entiendo que esta experiencia inicial en la cual participaron ex presidentes de la SAIB y miembros comunes de la sociedad, ha sido el motor que impulsó todo este desarrollo y por lo cual Rosario tiene que estar realmente agradecida a la Sociedad, a la Universidad, al CONICET y a todos esos jóvenes que tuvieron la posibilidad de desarrollarse y potenciar las facilidades que actualmente existen.

La reunión anual de la SAIB se celebrará entre el 11 y el 14 de noviembre en los Salones Puerto Norte con la presencia de destacados conferencistas nacionales y extranjeros. El acto inaugural tendrá un momento especial para recordar a sus ex presidentes. Para mayor información consultar saib.org.ar

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